Manual del Maestro en Aromaterapia. Por Damián Alvarez |
Desde los tiempos bíblicos, pasando por el antiguo Egipto, Babilonia y Roma hasta llegar a la cosmética y la estética actual, el ser humano ha hecho uso de los aceites esenciales o aceites etéreos (el alma de las plantas) para crear perfumes, cremas embellecedoras y medicinas para tratar cuerpo, mente y alma.
Los aceites esenciales o aceites etéreos, como se les denomina en algunos países, se extraen de flores, tallos y hojas de plantas por medio de presa en frío y destilación o separación. Estos aceites son muy sutiles, son la esencia de la planta, el alma de la planta como su nombre indica. Estos aceites concentrados contienen cualidades no solo terapéuticas sino también sanadoras.
Se han usado en las iglesias y templos de todas las religiones para crear estados elevados de conciencia, vibraciones armónicas, sensación de paz y bienestar. También las altas vibraciones de estos aromas se han utilizado desde siempre para limpiar la atmósfera y protegerse de energías negativas.
Toda base de producto aroma-terapéutico es un o varios aceites esenciales, así sean inciensos, sales de baño, velas aromáticas, perfumes, etc.
Se le han atribuido hasta propiedades mágicas, y en verdad son casi mágicas.
Damián Alvarez
Especialista en Medicina Vibracional